Un
Poema desde Praga
Tesoro
mío, acaso
no ves la inmensidad
en una rosa en un nosotros
cuya
esencia siempre es
esta nueva especie de ellos,
cuyo perecimiento es nuestra
ofrenda,
en
medio de la
ciudad, cuyo altar es
tu ausencia,
donde
los sueños revelan
sus cargas, cuya
visión es nuestra
plaga.
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